El sábado 19 de abril de 2025, el Doom Festival, uno de los festivales más importantes de hard techno en Bogotá, se vio marcado por un trágico suceso. Mientras cientos de personas se entregaban a las intensas, sofocantes y demenciales presentaciones de artistas nacionales e internacionales en Pradera Box, sobre la Autopista Norte de Bogotá, un asistente perdió la vida.
Trágicamente, la Secretaría de Salud informó este domingo la muerte de un asistente del festival. Sufrió una falla cardiorrespiratoria y, aunque el equipo médico del evento, incluyendo un emergenciólogo, realizó maniobras de reanimación durante 40 minutos, no lograron salvarlo. Su deceso se confirmó a las 3:39 a.m. Este incidente pone de nuevo sobre la mesa la necesidad urgente de priorizar la seguridad y el bienestar de los asistentes en eventos como el Doom Festival.
Si bien el evento se destacó este año por su escenario de 360 grados, conocido como “Mutual Rytm”, y por la participación de renombrados artistas como Rebekah y Basswell, la tragedia ha eclipsado la celebración, generando una profunda reflexión sobre las medidas de protección en conciertos de esta escala. La vida de los asistentes debe ser siempre la prioridad, y es crucial que los organizadores, las autoridades y las entidades encargadas de la seguridad trabajen de forma conjunta para garantizar que situaciones como esta no se repitan.
Por ahora, las investigaciones continúan y las autoridades se centran en ofrecer respuestas claras a los familiares de la víctima y a la comunidad, mientras el evento deja una amarga lección sobre la importancia de la seguridad en cada uno de los aspectos que involucran estos masivos encuentros musicales.
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